La reciente pandemia ha hecho que el trabajo diario de millones de ciudadanos se haya convertido en teletrabajo. Pese a ello la tendencia del mercado laboral está apuntando con fuerza a la llamada “oficina flexible” y al coworking, una nueva forma de trabajar que generarán en España alrededor de 7.000 millones de euros anuales en la próxima década.
Coworking y flexibilidad
Lo que se busca en un coworking es crear un ambiente de trabajo ideal para que las personas lleven a cabo su vida laboral de la manera más cómoda posible. En él se provee al trabajador de conexión a internet de alta calidad, un ambiente limpio, comida, deporte, etc, todo incluido en el precio final del servicio.
Ahí es donde entra en juego la oficina flexible, o la filosofía de llegar, conectar tu equipo y trabajar lejos de las distracciones y preocupaciones del hogar.
Esta filosofía está cada vez más extendida entre autónomos e incluso grandes empresas que necesitan hacer que ciertos trabajadores desarrollen su actividad fuera de las oficinas centrales, lo que la convierten en el futuro del mercado laboral y el presente de cada vez más empleados y empleadores.
Productivos y felices
El objetivo final de una oficina flexible con todas las comodidades y servicios que ofrece, es conseguir la felicidad del empleado durante su jornada laboral, lo que inevitablemente lleva a un aumento de la productividad, su sostenimiento en el tiempo y la capacidad de desconectar del trabajo.