El “nunca me imaginé que esto pudiera existir aquí” suele ser la afirmación más común que dicen nuestros clientes la primera vez que visitan las instalaciones de El Patio.
Realmente es muy grato para nosotros escuchar estas palabras en los rostros sorprendidos cuando se encuentran en el patio, pero lo es más, el percibir que trabajan en sus salas recibiéndolas como su segunda casa, con su llave y sin horarios.
Son espacios sencillos con todos los servicios en el que se observa el tranquilo ir y venir de los usuarios, en un ambiente pacífico y armonioso que cada uno aporta con su actitud.
En cada sala, presidida por la luz de las ventanas, reina la blancura y su mobiliario, pareciendo un lienzo en blanco que cada ocupante personalizará con los elementos que considere oportunos.
Seguramente, se conjuguen diferentes factores que crean este ambiente tan familiar. Para entrar a ocupar nuestros alojamientos de empresas privados se requiere en primer orden el compromiso básico del respeto a los demás, así como a los espacios.
Nuestros alojados manifiestan que es una tranquilidad el contar con todos los servicios a precio cerrado, sin estar pendiente a posibles incidencias, o cargos bancarios.
Las instalaciones se adaptan a la vida de las empresas en el momento actual; no existe el alquiler de oficinas en nuestras instalaciones, no hay que hacer grandes desembolsos en concepto de fianza para iniciar una actividad, ni altas en suministros, etc. y mucho menos, la obligación de permanecer, etc.
Nuestra filosofía imperante es, que los nuestros, sólo han de ocuparse de que su empresa realice un buen trabajo, mantenerse y/o crecer.